L a Atrofia Muscular Espinal (AME) es una enfermedad neuromuscular degenerativa y progresiva que, en consecuencia, afecta la calidad de vida y bienestar de los pacientes, los cuidadores y los miembros de la familia que viven con el padecimiento (1-6).
Las dificultades van desde restricciones y discapacidades en la movilidad, el control motor y capacidad de ventilación, hasta la afectación psicológica, emocional y social. Además, también se relacionan con el impacto resultante de la situación financiera y presupuestaria de las personas que viven con AME.
Sin embargo, aunque exista la afectación de la calidad de vida del paciente y su familia, la AME no debe ser considerada una condena.
La Atrofia Muscular Espinal (AME) debe considerarse en el contexto de la inclusión social
Aunque existen restricciones en cuanto a las alternativas que se pueden plantear, es importante que las capacidades de las personas con Atrofia Muscular Espinal (AME) sean el centro de atención de la sociedad y no sus discapacidades. Antes de ser un paciente, cada individuo es un ser humano, que tiene individualidad, deseos, entre otros, y en consecuencia, derecho a la calidad de vida.
Por lo tanto, es fundamental que la sociedad, las familias y la persona con AME extrapolen el universo de la enfermedad y traten de aprovechar sus mejores momentos, siempre con el apoyo de la evaluación de riesgos. La calidad de vida va más allá de la barrera de las necesidades médicas. Es necesario pensar en la Atrofia Muscular Espinal (AME) en el contexto de inclusión social.
Esta lectura es una invitación a la reflexión, a discutir la AME más allá de su naturaleza fisiopatológica y, por consiguiente, de su manifestación clínica y también a abrir la oportunidad de reflexionar sobre las alternativas para una mejor calidad de vida dentro de la comunidad de AME.
Referencias
1. Rouault F, Christie-Brown V, Broekgaarden R, et al. Disease impact on general well-being and therapeutic expectations of European Type II and Type III spinal muscular atrophy patients. Neuromuscul Disord. 2017;27(5):428-438.
2. Hunter M, Heatwole C, Luebbe E, Johnson NE. What Matters Most: A Perspective From Adult Spinal Muscular Atrophy Patients. J Neuromuscul Dis. 2016;3(3):425-429.
3. Qian Y, McGraw S, Henne J, et al. Understanding the experiences and needs of individuals with Spinal Muscular Atrophy and their parents: a qualitative study. BMC Neurol. 2015;15:217.
4. Jeppesen J, Madsen A, Marquardt J, Rahbek J. Living and ageing with spinal muscular atrophy type 2: observations among an unexplored patient population. Dev Neurorehabil. 2010;13(1):10-18.
5. Higgs EJ, McClaren BJ, Sahhar MA, et al. 'A short time but a lovely little short time': Bereaved parents' experiences of having a child with spinal muscular atrophy type 1. J Paediatr Child Health. 2016;52(1):40-46.
6. Laufersweiler-Plass C, Rudnik-Schöneborn S, Zerres K, et al. Behavioural problems in children and adolescents with spinal muscular atrophy and their siblings. Dev Med Child Neurol. 2003;45(1):44-49.
El contenido discutido se inspiró en la Guía de Discusión de la Atrofia Muscular Espinal (AME) en Brasil: Trabajando hoy para cambiar el mañana. Haga clic para descargar la Guía de forma gratuita y disponible en su totalidad.
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